Cuarteto de Cuerda

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Hablamos de instrumentos de cuerda frotada o cuerda-arco; refiriendonos a los que es necesario utilizar un arco para obtener el sonido; éstos son, ordenados del agudo al grave y del más pequeño al más grande, el violín, la viola, el violonchelo y el contrabajo.
Estos cuatro instrumentos de cuerda frotada forman uno de los grupos más importantes de la orquesta, situándose cerca del público y encontrándose en gran número debido a que no disponen de una gran sonoridad, sin embargo su sonido es muy rico en matices, por lo que suele ser una de las formaciones a nivel de cámara más utilizada y en la orquesta llevan el peso musical.
A lo largo de la historia un constructor (Luthier) ha destacado por encima de los demás por su maestría y eficacia a la hora de introducir cambios en sus instrumentos fue Antonio Stradivarius, cuyos violines han alcanzado fama, reconocimiento y nivel en todo el mundo.